vértice









Hay algo siempre en ti,
que me provoca.
Y hay algo siempre en mí,
que me apasiona.
Y en medio de los dos
la furia loca
que enciende la pasión
en nuestras bocas...




Edén de los Edenes







En la grata penumbra de la alcoba
todo, indecisamente sumergido
y ella, desmelenada en el mullido
y perfumado lecho de caoba;

tembló mi carne enfebrecida y loba,
y arrobeme a su cuerpo repulido
como un jazminero florecido
una alimaña pérfida se arroba;





besé con beso deleitoso y sabio
su palpitante desnudez de luna
y en insaciada exploración, mi labio

bajó al umbroso edén de los edenes
mientras sus piernas me formaban una
corona de impudor sobre las sienes...



Miguel Rash-Isla



una







Macho femenino,
azul-rosa pastel,
mi camino.
Dualidad conflictiva,
pecado sin salida…


*


que me importa


si...






Ven que te coma el corazón,
manzana sin paraísos,
ven que te lleve dulcemente
a las entrañas de esta noche habitada.

Déjame que me hunda
en los besos espinosos de tu boca
en esta hora húmeda en la que mi cuerpo
te reclama dios.

Hoy, si tú quieres,
voy a ser todas las cosas
que nunca nos prometimos,
que nunca nos negamos,
las que siempre supimos.


Pura Salceda



yo







No es amor, es deseo que se angosta y se extingue,
es precipitación de furias, acercamiento de lo imposible,
pero estás tú,
estás para dármelo todo.


Y a darme lo que tienes a la tierra viniste
como yo para contenerte,
y desearte,
y recibirte!




Pablo Neruda

sacrílegas







Lo que guardo de tí,
solo a mi y a tí nos incumbe.
Iremos mas allá
Nos mojaremos en nuestras humedades
oleremos nuestros cuerpos salvajes
nos miraremos con dulzura, con fiereza
nos consumiremos en una hoguera hereje
de deseo y pasión
de amor eterno




Que nadie toque este amor









Que todos ignoren el sigilo de nuestro cielo nocturno
y el secreto sea el aire dichoso de nuestros plácidos suspiros.

Que ningún extraño contamine el sueño tuyo y mío:
cualquier visitante es un invasor en el tibio ámbito donde habitamos;
aquí el tiempo es agua fresca en movimiento, apenas sutil vuelo,
y todas las gentes viven muy lejos de nuestro jardín alucinado,
ajenas a nuestro paraíso secreto.




Darío Jaramillo Agudelo



hechizo






Y cuando dejé todo
concentré mis adicciones en amarte
de modo que ahora estoy otra vez colgada
me fumo tus silencios tus palabras tus miradas
me bebo tus humores tus dulces o amargas secreciones
me paso las noches en vela
en la sala de espejos
donde tu cuerpo
y mi cuerpo
resbalan hacia la madrugada.


Cristina Peri Rossi


por bulerías






gitana, tienes el cabello
como las plumas del cuervo
los dientes como la nácar
y el color verde trigueño

...

son tus ojos dos estrellas
que brillan como luceros
alumbrando a la alameda
cuando sales de paseo