Rien que le corps







Cuando te encuentro siempre finjo ser inocente.
Sin embargo te atrapo cadenciosamente
con lenguas tenaces,
con mi filoso jadeo de ermitaña,
con mi camisón de seda verde.
Te atrapo en el sinuoso paraíso infame del sexo.

Porque hacerte el amor es parte de mi rito
como lamer el espacio vacío en tus rodillas
o conquistar los nudos de nuestro pasado inservible.

Hacerte el amor es parte de mi fuerza.
Todo bajo la antorcha muriendo.
Todo por sobre los otros.
Por sobre la noche ácida de mi vida.

Mejor pensar que los osos temibles de la infancia no vuelven.
Mejor hacerte el amor
como la reina exiliada
y tocar tu hueso absoluto
y traerte hasta mí.

Animal desatado en mi tormenta.
Bestia infiel reviviendo en mi cama.



Patricia Diaz Bialet




3 comentarios:

Lunna dijo...

Se deja arrastrar hasta esa tormenta, que es el deseo, que embriaga hasta perder el sentido.

Me alegro de tu regreso y seguir disfrutar de tus letras llenas de pasion.

Besos.

Lunna.

Danielle dijo...

Estoy poco por acá, linda.
Pero estoy...
Beso

Gustab dijo...

Un canal que nunca debe dejar de fluir, un canal de nobles sabores en una profundidad que es difícil de olvidar en sabor y olfato... para que decir, entrar violando los deseos de más.
Un canal del que no dejaría de beber, donde fluyen los deseos y placeres más exquisitos que pueda probar cualquier cristiano, entregándose en alma a la acción de no dejarlo de recorrer todo