de aromas y sudores







Tu aroma crea adicción.
No regreses a buscar mis inquietudes.
Las palabras pueden clavarse como dagas.
Me desnudo pero me dejo puestos los tacones.

Mi lengua busca la tuya de madrugada.
Nunca dije que esto iba a ser fácil.
La seducción viene a cenar ésta noche.
Deja entornada la puerta cuando te vayas.



Para mi perrita...





tu y yo






Y fue en mis labios, esa noche
Donde embriagaste tu deseo
Te permití dominarme
Entre tus cadenas, tu sexo
Entre delirios fantásticos
Me hiciste tuya,
Me involucraste en tu rima
De notas acompasadas
Y al son de tu melodía
Bailé toda la noche
Sensual... sexual...
Delicioso néctar
Estar entre tus brazos
Deslizarme por tu cuerpo
Y tú en el mío




Hallar el ajuste perfecto
Entre mis piezas, las tuyas
Entre mi copa, tu vino
Entre mi fuego divino
La esencia de tu piel
Comenzaste en mis labios
Seguiste en mis calores
Impregnada quedó
De ti, mi cintura
Llena de ti, mi entraña
Saturado el aliento, mi respiro
Ahogada en tu boca, mi nostalgia.


Raquel
Venezuela


cartas que arden






-...también se me hace insoportable.
Te sueño, te pienso y más te deseo.
Me veo aspirando de ti, tocando tu cuerpo, primero con ropa (que bello es manosearse con ropa, me calienta mucho... ) para luego desgarrarla, romper tu blusa... ambas jadeando deseosas... Como me gustaría me lo hicieras... para luego tenerme a tus deseos y caprichos... sentir tus manos golpeando mis senos... para luego tomarlos y besarlos y lamerlos...
La delicia de penetrarte con mi lengua... mientras te contorneas apasionada pidiendo más, cada vez más...

La delicia de sentir tus gemidos, casi gritos de placer... La delicia de beberte, lamer cada gota de tus fluidos... Mastúrbate con mi cara.........mastúrbate en mi hombro......refriega todo tu cuerpo en el mío...
Tiéndete a mi lado... y mastúrbate para mí...quiero mirarte mientras te lo haces...te miraré perversa... deseosa...
Te calentarás aún más mientras te susurraré palabras sucias... de las que deseas escuchar...
Déjame ser tu puta...-


una vez mas






Regresa a menudo y tómame,
sensación bien amada.
Regresa y tómame
cuando la memoria se despierte,
cuando un antiguo deseo pase por la sangre,
cuando los labios y la piel recuerden
y las manos crean tocar de nuevo...

Regresa a menudo y tómame de noche
a la hora en que los labios y la piel recuerdan.



Constantin Cavafis



se lo que me gusta







Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo.
Lo que me gusta de tu sexo es la boca.
Lo que me gusta de tu boca es la lengua.
Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.


Julio Cortázar









Observarte posar me daña.
Sublimar tu piel,
acariciarte a distancia,
memorizarte, me esclaviza.

Quisiera no conocerte desnuda,
no haber visto tu tersura,
no saber de tu resplandor,
no hablarte en los descansos.

Pero es tarde,




M. E.

Hoy...






... solo deseo acariciar tus piernas
sentir la seda de tus medias
la lujuria de tus tacones
¿Te parece poco?



extreme






-¡Y qué!, señor -responde esta infortunada-, ¿acaso repetiréis constantemente esa execrable porquería?
-Constantemente, señora; es esencial para mi lujuria.
Y el infame, acostando a su esposa a lo largo del canapé, la obliga a recibir en su boca el semen que depositó en mi culo.
Obligada a obedecer, suelto una andanada, no sin un cierto placer malvado en ver al vicio humillar tan cruelmente a la virtud; la desgraciada traga: creo que su marido la hubiese estrangulado si no lo hace.


Juliette

Sade



deshabitada







Te necesito urgente y lamiendo mis rostros,
no permito que nadie ingrese a esta zona
que es perversamente nuestra


Cómo pudiste recurrir al silencio indefinido
y no te llevaste mi cuerpo para adorarlo
o atravesarlo con tus trazos humeantes





.....................Sufro desde hace tiempo
estos malestares y no puedo condenarte
por que esperé la falta de tus dimensiones
y te llevo ventaja en la forma
de tocar mis entrepiernas

Silvina Laura Keselman



juego






Hebra de agua tibia
descubriendo
mis pechos despiertos
juega con la gana
que el espejo refleja
en una marejada
de pulsos agitados


Dina Posada






entrega






Lápiz de filo diligente
perfilando mi abertura
que se explaya
enardece
y grita
soltando su vena
salpicando los sentidos





Voluntad de labios
sometiendo
labios a su voluntad.


Dina Posada




una







Ninguna mujer del mundo
sabrá nunca el sabor de mis labios,
y ninguna mujer del mundo
podrá conseguir que yo desfallezca
por conocer el sabor de los suyos.


Por que soy tuya




beso









Es tu lengua
acierto de vigilia
dejándose llevar
por el lascivo
inquieto
travieso
viento moreno
de mis muslos






Dina Posada










mi placer








Pensando que te adoro,
que te deseo,
pensando en tu desnudez exquisita,
como Salomé me masturbo
ante tu cuerpo incompleto.


Danielle



viernes








Mi piel es líquido desvarío en tu boca
Maravilla de corales
templo de amor interminable
Mis labios de fresa y amatista
delatan tus aromas


Danielle



al menos...







Tengamos orgasmos para que algo,
al menos, sea nuestro y de nadie más,
en esta litúrgica herejía.



Danielle



mi religión






Voy a orar en tu altar
tu sexo es mi religión
religión de lujuria
de condena eterna
de fuego purificador.


Danielle



trilogía







mi cuerpo
transparente cuerpo
no sirve para ser amado
no quiere entrelazarse
si no es a carne viva

respirar con la médula
el alma templando tu sexo
bebido infinitamente
te hago temblar
y sos cosmos
y sos nada
y así voy
arrastrando tu aroma

de perra

de puta
de amada.




sed
hambre
furia





arrebato






............................................Bajaré por un solo segundo
............................mis medias
............................Observarás los pliegues críticos
............................................y reptarás
............................a pesar de tus márgenes movedizos
............................y el dolor, que aturdido, nos sodomiza.




Silvina Laura Keselman




Jardín de los Deseos








..He sembrado en tu cuerpo, amada, la flor
..que esparcirá pétalos sobre tu cuello, mejillas y manos
..y hará brotar mañana tus senos -primavera
..Me gustan las cejas y tus ojos con destello de metales

..y los brazos que ondulan como las serpientes, las olas, el mar


..De tu cuerpo quisiera levantar palacios, arquitectónicos jardines
..y terrenales paraísos monumentales
..Quiero enterrarme en sus tierras cuando me muera
..Quiero enterrarme en tu carne cuando me muera










..En tu cabello siento el olor de los racimos de naranjas
..En tus ojos nublados veo sol y en los labios ganas de comer
..Con tus dientes querrás Cortar carne del alma
..querrás cambiar las uñas en garras


..Quisiera morder tus senos como muerden el pan
..Los hambrientos que mendigan monedas en la calle
..Quisiera que florecieran en tus miradas jardines arquitectónicos
..Alinear tu pensar a los sueños terrenales, mamie.







Tristan Tzara







viciosas







Esta parafilia,
que nos gusta,
es una obsesión
peligrosamente adictiva.

Y aún tras tu ausencia,
podré saborear la esencia
que viciaste
en el aire y en mis cosas.


ofrenda







El cuerpo es resbaladizo amor mío
es como hierbas alargadas, alocadas.
De noche toqué tu carne desnuda
mi lengua deambulé por todas tus partes.
De este modo iba y venía por el nudo de tu boca
me incliné después en la hondura de tu vello
tu voz de alcohol, tu boca enorme, tus pestañas
en la noche cayeron sin cesar en mis papeles.


Ofrenda

(Salí con tu rostro luego
a una calle que se cree calle
Salir,
como si fuese un atardecer).
Ilhan Berk



altar
















Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta, negro caballo de espuma,
cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca del horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de la luz y la sombra, de lo visible y lo invisible
(allí espera la carne su resurrección y el día de la vida perdurable)


Octavio Paz



necrofilia







En esta noche dispersa
De aliento ardiente y seco
Queman nuestros cuerpos
Con el vaivén del viento.


Tus rodillas moradas de piedra
Recaen en el silencio
Pues tu desnudez
Mató mi ingenua sensatez.


Mi rostro asustado se refleja
En tu vientre pálido
Manchado por la pureza
De mis labios sedientos de sangre.






Duermo de costado
Amarrada a tu sueño eterno
Que golpea muy fuertemente
A mi suspirar eterno.


Quiebro mis pupilas,
Tomo las tuyas,
El amor ya no se arruga
Soy tuya en esta mirada tuya.


Revolcamos carne y pasión
Entre sábanas desorbitantes,
Mi lengua esteparia
Por fin sintió ser deseada.






Los gemidos acurrucan
Mis excitados sentidos,
Hoy duermo dentro de ti
En todas tus venas.


Siento alcanzar la cumbre
De mi existir,
Yo sé que tú sientes tocar
El ardiente infierno morir.


Solos tú y yo
Una vez más,
Solos tú y yo
En toda esta paz.






Cálida tu imagen
En mi arrinconado dormitorio,
Cálida tu imagen
En mi afrodisiaco paradisiaco sueño.

Tus pechos se elevan
Entre mi anatomía inquieta,
Tus manos estrechan
Mi lujuria tremenda.


Corro por las líneas
De tu tersa piel,
Avanzo atropellando
Mi temor a que despiertes.


No despiertes por favor mujer
Que aún no llega
El triste desenlace
Quiero aún resucitar.


Muerta no puedes estar
Aún siento tu corazón
Por mi palpitar,
Resucita al amar.


Cuando llegues a despertar
No vallas a olvidar
Cerrar mis ojos
Y mi manchado corazón.






Te devolví la paz
Que tanto anhelabas,
Ahora que descansas
Siempre estarás desnuda en mi cama.


No te moverás
Hasta que yo me valla,
Por siempre me amarás
Así te vallas.


Tu inercia encanta mi alma,
La obsesión pagana
Me devolvió la calma
Yacerás por siempre en mi cama.


Me sirvo de tu cuerpo
Que complace al mío,
Ambos desnudos
Me alimentaré de ti.




Solos tú y yo
Una vez más,
Solos tú y yo
En toda esta paz.




L




extre-me







Me traigo
para el camino
una huella
de tu mordisco
al final de mi espalda.







Una mariposa detenida
en la flor
que cumple
su destino de deshoje
en tu deseo.





esperando-te








Ella está allí, de pie, sobre mis párpados
desplegada la noche de su pelo
ella tiene la forma de mis manos
ella tiene el color de mi desvelo







sin









Sola
y desnuda
sin saber qué decir
cuando me alcance tu muerte
y tu hermoso cadáver
ya no resista a mi abrazo









Amantes






Desnudas afrentamos el cuerpo
como dos ángeles equivocados,

como dos soles rojos en un bosque oscuro,
como dos vampiros al alzarse el día,

labios que buscan la joya del instante entre dos muslos,

boca que busca la boca,
estatuas erguidas
que en la piedra inventan
el beso
sólo para que un relámpago de sangres juntas
cruce la invencible muerte que nos llama.
De pie como perezosos árboles en el estío,
sentadas como diosas ebrias
para que me abrasen
en el polvo tus dos astros,

tendidas como guerreras de dos patrias que el alba separa,

en tu cuerpo soy el incendio del ser.



Jorge Gaitán Durán




Ya






No digas
no respires

soy tuya

cogeme

hasta matarme



ellas








Dos mujeres se abrazan
en la cama
a las tres de la mañana
se besan en la boca
yo soy una de esas mujeres
cualquiera de ellas
soy también la cama
los labios de la habitación clara
el tiempo del beso.






palabra







Si el lenguaje
este modo austero
de convocarte
en medio de fríos rascacielos
y ciudades europeas
fuera
el modo
de hacer el amor entre sonidos
o el modo
de meterme entre tu pelo.

Cristina Peri Rossi




des-orientada







No conoce el arte de la navegación
quien no ha bogado en el vientre
de una mujer,
remado en ella,
naufragado
y sobrevivido en una de sus playas.


Cristina Peri Rossi



libre







Es tu hora, esclava
Quítame el collar
que me ata
a tu deseo
.



*

escrito





Luego del despertar
y mientras aún estabas
en las lindes del día
yo escribía palabras
sobre todo tu cuerpo.

Luego vino la noche y las borró.
Tú me reconociste sin embargo.



Entonces dije
con el aliento sólo de mi voz
idénticas palabras
sobre tu mismo cuerpo
y nunca nadie más pudo tocarlas
sin quemarse en el halo de fuego.




José Ángel Valente

dulce fruta





El sabor de los higos,
su textura
limando y lubricando la lengua,
el paladar,
los labios, las encías.
El líquido estallido de las uvas
entre los dientes,
inundando todo.

El chocolate derretido.
El café, el vino rojo, el pan caliente.

Mi almíbar en tus labios.
Tu sal sobre los míos.



Amalia Bautista