voraz







Cada vez que te beso
siento vidrios rotos
y sé que no estoy durmiendo
esto no es lo peor,
tú desapareces
y tus labios aparecen más abiertos
comiéndome desde los pies.


Carolina Patiño



anywhere








Lo hicimos en la cama alguna vez
a menudo en la mesa
a veces en el agua
en la silla
la plaza

cuando mi madre vino y fuimos de viaje
ni un solo gemido

recuerdo aquel concierto
en que nos masturbamos
(una Pasión de Bach interminable)

pero a menudo pienso
en aquel ascensor de Rockefeler Center
que nunca aprovechamos


Hilario Barrero



magma








Nos desnudamos tanto
hasta perder el sexo
debajo de la cama,
nos desnudamos tanto
que las moscas juraban
que habíamos muerto.
Te desnudé por dentro,
te desquicié tan hondo
que se extravió mi orgasmo.
Nos desnudamos tanto
que olíamos a quemado,
que cien veces la lava
volvió para escondernos.

Fabio Morábito


intensa







Vuélcate, estírate, tiéndete, levanta,
éntrate toda entera en mi garganta,
y para siempre vuélame a tus cielos.


Rafael Alberti

Doblegada







Penétrame,
con la misma desesperación
con que caen los objetos
hacia el centro de la nada.

Hazme tuya, amor,
con toda tu oscuridad.



Blasfema







Soy tu tierra y tu deseo en cruz.
Me abro a tu lascivia de pastizales y desiertos.
En la posesión y el hastío.
En el goce y en el asco de tus barros y tus heces.
Hembra de tu hembra en el sol de cada boca
y en la oscuridad del ano sagrado.
Raíz de tus mil vergas para todos los cielos vaginales.
Pezón saboreado en el humus más perfecto
del orgasmo polisémico y vegetal.





Sostenedora de tus perras alzadas
y tus fuentes inagotables de leches negras.
Sabedora de cada rincón de tu orografía circular.
Porque todo regresa a mi ombligo de puta alada.
Y siempre pagas doble por mis ojos vendados
y mis agujeros incondicionales.
Hunde tus despojos en mi sexo
y clava tu estaca en mi corazón agrietado.




Sin ver








Al oír la música
se queda inmóvil
como una cierva encantada
las amigas le han traído
noticias de su amante
escucha sin perder detalle
pero vuelve a preguntar
sueña sin estar dormida
y puede decirse que el amor
alimentó en ella
su más pequeña planta.



Anónimo de la Antigua India.



dulce dolor






Coloco su sexo contra la abertura y dijo tiernamente:
-¿Te duele? No quiero empujar si te hace daño.
Semejante delicadeza conmovió a Viviane. -Duele un poquito-repuso-, pero inténtalo.
Avanzó solo un centímetro.
-¿Duele? Se ofreció a retirarse.
Viviane tuvo que presionarle:
-Solo la punta, prueba otra vez. La punta solo se introdujo dos o tres centímetros y se detuvo.
Viviane tuvo tiempo para sentir su presencia; el tiempo que no le concedían otros hombres.
Entre cada pequeñísimo avance en su interior, podía darse cuenta de lo placentera que resultaba la presencia del pene entre sus suaves paredes de carne, de lo bien que se ajustaba, ni demasiado prieto, ni demasiado suelto.
El vasco esperó de nuevo y avanzó un poco mas. Viviane pudo sentir lo bueno que era ser penetrada, lo bien que le sentaba a la grieta femenina tener algo que sostener y retener.
El placer de sujetar algo allí, de intercambiar calor, de intercambiar dos humedades.



Anaïs Nin



Estallido








Tu pubis

animal ondulante
frenético

ahoga mis gritos
cuando tu deseo

estalla en mi boca



D

Photo: Eric Bonzi
Thanks ..



íntima






mis desafiantes pechos
el azaroso triángulo de mi pubis
aguardan
tu boca una vez más
bebiendo sedienta
hasta el infinito

mi ofrenda
de agua.





ilegal








Siempre daba la impresión que su único propósito era enriquecer el presente con todo lo que se le presentaba en su camino. Era evidente, y todos aquellos que la conocieron tanto o mejor que yo están de acuerdo sobre este punto, que los decretos, los principios, los reglamentos y los preceptos, puestos uno detrás de otro, que constituyen lo que se llama la ley, no tenían demasiado sentido para Margot, como tampoco acapararían un solo instante de su vida.





No recuerdo dónde encontré este fragmento.


extreme








Voy a multiplicar los motivos
para caer en tus brazos
al trasluz
tras la luz
arqueando límites.


Embriaguez
que me provoca
el humo del jazz
si mis pies se hunden
en el agua de tu boca.


Nocturna
febril
pez rojo
eso soy
cuando derramas tu vino
entre mis piernas.



soy mujer









Soy mujer
en cada célula...
en cada centímetro de piel…
en la sangre que corre en mis venas
soy mujer.

Soy la hija de la vida
surgida del polvo arcano
y de la tempestad.
Estallido de soles y de estrellas,
conjuro de dioses y demonios,
reminiscencia de la eternidad.

Soy la reina de las flores,
la rosa que perfuma hasta morir
y que hiere hasta sangrar.
Soy la amante apasionada
que estalla, muere y resurge
en esencia y libertad.

Soy la fruta que dispersa
su dulzor, miel y sentir
con frágil sensualidad.
Soy mujer, en cuerpo y alma
una mujer que siente,
que sueña… y mucho más.


Rebecca

Manifiesto








Sólo creo en el fuego
Vida Fuego
Estando yo misma en llamas
enciendo a otros
Jamás muerte
Fuego y vida

Anais Nin



otro ensueño








Una mujer de champagne me llama desde un sueño
donde ella con sus ojos me pervierte
deliciosa es fascinante
adorable envenenada
sobre la boca una mancha más negra
ese gesto que marca sus pasos
de bella condenada a las habitaciones


El Océano en sus manos renueva sus espejos
la vida que yo amo es ésta entre sus brazos.



Carlos de Rokha

Para R



ensueño








Dime mujer dónde escondes tu misterio
mujer agua pesada volumen transparente
más secreta cuanto más te desnudas
cuál es la fuerza de tu esplendor inerme
tu deslumbrante armadura de belleza
dime no puedo ya con tantas armas
mujer sentada acostada abandonada
enséñame el reposo el sueño y el olvido
enséñame la lentitud del tiempo



Tomás Segovia



estremecida





Y cada vez que voy sobre ella
y sobre ella descargo el alud de mi amor
el rostro suyo de la querida empalidece
pone de blanco su estupor, retrocede,
le cae como una helada de miedo
el susto de sentirse amada
por el salteador este que le dice amada
salvadora le dice le digo no sabe usted
no sabe cuanto
cuanto no me deja morir.


Marcos Silber


le petite mort





Aspira suspira
Muérete un poco
Dulce lentamente muérete
Agoniza contra la pupila extiende el goce
Dobla el mástil hincha las velas
Navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
- el mar como un vasto cristal azogado -
duérmete náufrago.


Consagración







Sin embargo,
no es desamor esa fatiga que sientes,
sino melaza que regresa,
sed que a sí misma se niega
para entregarse, después, más fría y tamizada.

No pretendo sepultar la herida,
sino hacerla más azul: darte más aire,
en lugar de exiliarte.
Por eso mi tierra, que antes buscaba la incisión,
el reír de los cuchillos, recoge ahora el ámbar de tu vientre.

Por eso me arropo con tus membranas.
Por eso aflora mi estómago: para que no se escapen tus centímetros.

Tu sexo huele a espíritu.
Tu sexo es una casa consagrada.



Eduardo Moga

Photo: Frederic Fontenoy
(Merci)

Esperando_te



http://c0573862.cdn.cloudfiles.rackspacecloud.com/1/0/25568/358638/_DSC8795.jpg



Ella está allí, de pie, sobre mis párpados
desplegada la noche de su pelo;
ella tiene la forma de mis manos ;
ella tiene el color de mi desvelo.


Carlos López Narváez
Imagen: La mirada erótica



así






Quédate así amor mío, quédate así
y sólo
mírame.
Mirar es amor.

"Entonces me desnudé para abrirte el camino."
Así totalmente desnudo así carne con carne
deja que deambule mi aliento sobre ti.

Es transparente el amor, aquel diablo ingenuo
tus ojos, tus pechos desnudos, tus labios
así, ya está, ven, entra en mi cama.

Y bésame después
sin cesar otra vez otra vez bésame
un viaje así de largo requiere el amor.
Y estréchame después, estréchame más
estréchame que
sepa que eres mía.

Así, ya está, ingle con ingle.



ternura






Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura.
Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.

Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el
agua.


Julio Cortázar.




Descripción






Aroma a sexo en mis dedos
Sabor a semen en mi boca
Susurro de gemidos en mis oídos
Eso, y solo eso eres
Tu