soy mujer









Soy mujer
en cada célula...
en cada centímetro de piel…
en la sangre que corre en mis venas
soy mujer.

Soy la hija de la vida
surgida del polvo arcano
y de la tempestad.
Estallido de soles y de estrellas,
conjuro de dioses y demonios,
reminiscencia de la eternidad.

Soy la reina de las flores,
la rosa que perfuma hasta morir
y que hiere hasta sangrar.
Soy la amante apasionada
que estalla, muere y resurge
en esencia y libertad.

Soy la fruta que dispersa
su dulzor, miel y sentir
con frágil sensualidad.
Soy mujer, en cuerpo y alma
una mujer que siente,
que sueña… y mucho más.


Rebecca

Manifiesto








Sólo creo en el fuego
Vida Fuego
Estando yo misma en llamas
enciendo a otros
Jamás muerte
Fuego y vida

Anais Nin



otro ensueño








Una mujer de champagne me llama desde un sueño
donde ella con sus ojos me pervierte
deliciosa es fascinante
adorable envenenada
sobre la boca una mancha más negra
ese gesto que marca sus pasos
de bella condenada a las habitaciones


El Océano en sus manos renueva sus espejos
la vida que yo amo es ésta entre sus brazos.



Carlos de Rokha

Para R



ensueño








Dime mujer dónde escondes tu misterio
mujer agua pesada volumen transparente
más secreta cuanto más te desnudas
cuál es la fuerza de tu esplendor inerme
tu deslumbrante armadura de belleza
dime no puedo ya con tantas armas
mujer sentada acostada abandonada
enséñame el reposo el sueño y el olvido
enséñame la lentitud del tiempo



Tomás Segovia



estremecida





Y cada vez que voy sobre ella
y sobre ella descargo el alud de mi amor
el rostro suyo de la querida empalidece
pone de blanco su estupor, retrocede,
le cae como una helada de miedo
el susto de sentirse amada
por el salteador este que le dice amada
salvadora le dice le digo no sabe usted
no sabe cuanto
cuanto no me deja morir.


Marcos Silber


le petite mort





Aspira suspira
Muérete un poco
Dulce lentamente muérete
Agoniza contra la pupila extiende el goce
Dobla el mástil hincha las velas
Navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
- el mar como un vasto cristal azogado -
duérmete náufrago.


Consagración







Sin embargo,
no es desamor esa fatiga que sientes,
sino melaza que regresa,
sed que a sí misma se niega
para entregarse, después, más fría y tamizada.

No pretendo sepultar la herida,
sino hacerla más azul: darte más aire,
en lugar de exiliarte.
Por eso mi tierra, que antes buscaba la incisión,
el reír de los cuchillos, recoge ahora el ámbar de tu vientre.

Por eso me arropo con tus membranas.
Por eso aflora mi estómago: para que no se escapen tus centímetros.

Tu sexo huele a espíritu.
Tu sexo es una casa consagrada.



Eduardo Moga

Photo: Frederic Fontenoy
(Merci)

Esperando_te



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Ella está allí, de pie, sobre mis párpados
desplegada la noche de su pelo;
ella tiene la forma de mis manos ;
ella tiene el color de mi desvelo.


Carlos López Narváez
Imagen: La mirada erótica