Su levantarse y caer y sonar. La oscuridad momentánea de su boca,
de sus axilas, de su cuello y sus brazos. Llena mi ver una rodilla.
Un brazo. Un ojo. Un cabello entre mis labios. Un trozo de muslo.
Un pedazo de vientre. El ombligo. Sus cabellos. Su ombligo.
Su cara vuelta a la derecha. Su cara vuelta a la izquierda.
Su mentón apuntando hacia arriba y hacia abajo.
Su cuerpo recogido. Su cuerpo diagonal. Su oreja. Sus cabellos.
Su sexo. Su boca que se ahonda y se ahonda, que se sumerge
por adentro de ella, que cae y cae, toca mi sexo, sube por mi cuerpo,
se convierte en mi boca que la besa, en su boca que se ahonda.
Y cae en mí, y cae en ella.
Homero Aridjis
4 comentarios:
Me encantan las impresiones que a través de los sentidos excitan y complacen el alma.
Besos.
Gracias Juan, un beso...
D
Quieres usarme a mi princesa ?
Claro que si...
Publicar un comentario