Sos al fin
la ebriedad que tanto buscabas
en la sabrosa sucesión de vinos,
que te hizo reír primero,
bailar sin entorno después,
y caer,
caer perfumada en rojo sueño,
con un último vaso derramado por tu escote,
que marcó el camino
hacia mi sed aplacada.
la ebriedad que tanto buscabas
en la sabrosa sucesión de vinos,
que te hizo reír primero,
bailar sin entorno después,
y caer,
caer perfumada en rojo sueño,
con un último vaso derramado por tu escote,
que marcó el camino
hacia mi sed aplacada.
G. L.
4 comentarios:
Esa lengua por su escote...directa al paraiso...
...y al pecado :)
danielle...ese bello pecado..
El mas bello, el único...
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