Siempre daba la impresión que su único propósito era enriquecer el presente con todo lo que se le presentaba en su camino. Era evidente, y todos aquellos que la conocieron tanto o mejor que yo están de acuerdo sobre este punto, que los decretos, los principios, los reglamentos y los preceptos, puestos uno detrás de otro, que constituyen lo que se llama la ley, no tenían demasiado sentido para Margot, como tampoco acapararían un solo instante de su vida.
No recuerdo dónde encontré este fragmento.
3 comentarios:
Bataille, en su libro El Erotismo habla de los interdictos (la norma, la ley, las reglas, lo establecido, el deber ser) y las transgresiones que serían la necesidad sagrada y ritual de alzar los interdictos y transgredirlos.
Me gusta tu blog pues me parece tiene calidad en lo escritural y eleva lo erótico a su verdadero lugar: la existencia en su integridad.
Un abrazo fraterno!
Romper con los esquemas, atreverse al vuelo libre por encima de las normas establecidas, rompiendo con lo convencional (Juan Salvador Gaviota de Richard Bach) puede dar la posibilidad del encuentro del ser individual con su propia libertad...esa que él o ella quieren y no la que se les impone.
Me gustó tu blog.
Un fuerte abrazo.
Eva, Gustavo, muchas gracias por pasar y por decir.
Abrazos.
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