tuya










El deseo cual dulce veneno,
carcomía la desgastada razón,
mis torpes caricias marcan el rumbo,
mi incontrolable sonrisa drogada de su presencia
dejó fluir mis fantasías.

Deseos de retención
cortándose en el filo del eterno horizonte
en el astro incandescente,
sobre las sombras frondosas.

Aún no lo sé
pero seguro que ella es un ángel.

El día en que el sistema falló,
vivimos en sombras
y el sol brilla siempre en otro lugar,
el tormento de los condenados,
la necesidad fluye en mi,
cada uno se transforma en aquello que hace.



El poeta maldito



9 comentarios:

Morena dijo...

Cada uno se transforma en eso que hace, en eso que desea.

Mía.

.

Danielle dijo...

tuya

.

Diana dijo...

Hola divina !!!
Todo lo que escribes me encanta, creo que tenemos algunos puntos bastantes parecidos...

Danielle dijo...

Diana: Te parece, linda?
Un beso.

Soñadora dijo...

El verdadero placer no conoce los límites...
muy excitante, diosa!!!

Anónimo dijo...

Ohhhhhhh somos todas un híbrido, todas adoramos lo ambiguo, una maravilla, por cierto, lastima que es una postura mentirosa de mujeres anónimas que solo dicen por decir. (seguramente amas de casa que se aburrieron de las novelas por tv.)

Así vamos.


Carmina Burana

Anónimo dijo...

Carmina Burana, jajaja, parece que vos de eso sabés bastante, no?
A. A.

Anónimo dijo...

Una entrega caliente, ardo.


Juan de Dios



Diosito santo las mujeres siempre arruinándolo todo!!!

Danielle dijo...

Soñadora, Carmina, A. A., Juan de Dios: no entiendo mucho que pasó acá, pero me divierte.
Besos a todos.

PD: nosotras no arruinamos nada...