caída






Mi alma, celeste columna de humo,
se eleva hacia la bóveda azul.
Levantados en imploración mis brazos,
forman la puerta de alabastro de un templo.





Belzebuth, arcángel del mal,
por qué turbar el alma que se torna a Dios,
el alma que había olvidado
las fantásticas bellezas del pecado original.
Belzebuth, mi novio, mi perdición...




Teresa W. Montt.



4 comentarios:

Ele dijo...

Déjame caer a tu lado......deseo pecar contigo...

Danielle dijo...

... hasta morir en la hoguera.

Ele dijo...

Mójame el alma.......que con mi cuerpo ya lo hiciste...

Diamante de sangre dijo...

onírico, me ha dejado sin palabras, te sigo desde ya.
Un beso