Consagración







Sin embargo,
no es desamor esa fatiga que sientes,
sino melaza que regresa,
sed que a sí misma se niega
para entregarse, después, más fría y tamizada.

No pretendo sepultar la herida,
sino hacerla más azul: darte más aire,
en lugar de exiliarte.
Por eso mi tierra, que antes buscaba la incisión,
el reír de los cuchillos, recoge ahora el ámbar de tu vientre.

Por eso me arropo con tus membranas.
Por eso aflora mi estómago: para que no se escapen tus centímetros.

Tu sexo huele a espíritu.
Tu sexo es una casa consagrada.



Eduardo Moga

Photo: Frederic Fontenoy
(Merci)

5 comentarios:

Ulisses Reis ® dijo...

¡Maravilloso!
Su casa es el sexo de la misma, que me puso muy caliente y me encanta el estilo figurativo y sensual, espero verte más en mi blog, besos!

Danielle dijo...

Si es así, me encanta!
Besos ardientes pata tí.

Ulisses Reis ® dijo...

¿Quién te seduce con su escritura es y cómo gastar su sentimiento sensual, besos calientes encima de ti. . .

Ulisses Reis ® dijo...

Me encanta la música en tu blog, tienes el enlace, así que puedo tener en mi You Tube si tiene gracias, besos. . .

Danielle dijo...

Esta música es un secreto mío, un día te contaré...